El Camino de las Decepciones
Otra semifinal perdida y otra vez las disyuntivas de una noche sin dormir, de tristeza y calentura. Seguro que habrá que ser cuidadosos en lo que se reflexiona y se dice. Pero permitanme no serlo y al que le guste bien, al que no…no lea.
Cada año el gol de «Tito» en el Morumbí se asemeja al de Cárdenas, con todo respeto a los hinchas de Racing. Lo digo porque pasan los años y la única diferencia es que uno es a color, y el otro en blanco y negro, pero se asemejan en muchas cosas. Esa gloria que se supo conseguir, pero que nunca mas se estuvo cerca de alcanzar. Desde 1996 que Vélez no llega a una final internacional, sin contar la Recopa, que fue partido único en 1997.
Ya son muchos años. Diría que a la generación actual ya debemos contarle de aquellas epopeyas, porque ni habían nacido o eran muy purretes.
No me gusta la concepción de algunos, ese conformismo barato. Esa medianía de compararse con otros y decir, «no estamos tan mal». Al menos no nos fuimos a la B y ganamos títulos nacionales, o llegamos a una semifinal de Libertadores. También en estos años y en anteriores, nos goleó Pumas de la UNAM, nos sacó Chivas en cuartos dos veces, nos sacó la Liga de Quito, y nos comimos humillaciones con Ponte Preta y Nacional de Paraguay. Sin contar la de hoy. Seguro que la eliminación con Lanús no fue tal.
Nadie dice que el resultado abultado no es exagerado. Pero en muchos aspectos no se estuvo a la altura. Cuando no convertís nada, cuando regalás un penal, cuando dos o 3 tipos de experiencia te manejan un partido y vos no tenés ese tipo de jugadores, cuando los juveniles del rival destacan y Thiago Almada es un espectro, cuando te juegan de contra y cada vez que llegan te convierten hay algo que no cierra.
Y si hablamos de comparaciones, Independiente metió dos Sudamericanas con unas crisis tremendas, Lanús desde el 96 llegó a 5 finales internacionales (una de Libertadores), Arsenal fue campeón y hasta Colón llegó a la gran cita. Y posiblemente Defensa y Justicia lo haga.
Perdón que compare, perdón por creer que Vélez es mucho mas que la mayoría de estos equipos que vienen haciendo las cosas muy bien y en algunos aspectos mejor que nosotros.
Celebro el Campus, la Villa Olímpica, celebro a Pellegrino y Heinze, celebro a Gago, celebro muchas cosas de esta etapa, los títulos domésticos con mi ídolo «El Flaco» Gareca y muchas cosas más. Lo que no celebro es el aunque ganes o pierdas porque ya no tenemos actualidad, esa canción se convirtió en «aunque pierdas o pierdas» en Sudamérica, no importa quien sea el rival que enfrentes en cuartos o semis, tenga o no jerarquía.
Con respecto al partido, Lanús jugó a lo que le sirve e hizo las cosas bien (como lo hacía el Vélez del Virrey). Tomó buenas decisiones y también lo ayudó la suerte, y a Vélez no. Y no me olvido que mas allá de que en esta Copa las series se nos fueron abriendo milagrosamente, pasaron cosas afuera de la cancha que tampoco son la imágen del Vélez en el que yo crecí. A mi me enseñaron que Vélez se había sentado en la mesa de los grandes.
Leo a algunos y parece que se conforman con estar en la mesa de los medianos, hablan del pasado y de frases hechas que ya no aplican más. Es cuestión de visiones y opiniones. Yo quiero actualidad. Porque el pasado queda lejos y mientras, seguimos en el camino de las decepciones.