¿Nada Que reprochar?
Después de bajar las revoluciones post empate en Brasil, me dediqué a leer las reflexiones en redes sociales y en algunas, increíblemente ensalzaban una frase que me da temor y también refleja un poquito la actualidad de Vélez: «Nada para reprochar». Partiendo de este absurdo total teñido de mediocridad comencemos juntos en esta noche de las mas tristes que recuerde a debatirlo. Cada uno tendrá sus visiones y obviamente sus aspiraciones en la vida.
No habría nada que reprochar, si se hubiese llegado a la última fecha peleando la clasificación y te quedás en la puerta por un mal arbitraje, por una jugada casual, dejando la vida en cada pelota, supliendo falencias con actitud y ganando en tu casa al menos dos partidos. No habría nada que reprochar, si desde el plantel contagiaran ganas, entusiasmo, mentalidad ganadora, estado físico impecable, disposición táctica y jerarquía.
Al contrario, hay mucho que reprochar cuando un equipo del talante de Vélez sumó dos puntos de doce posibles y queda prácticamente eliminado de la Libertadores dos fechas antes del final, sumado al penoso torneo doméstico donde era mas fácil clasificar que quedar afuera por el bajo nivel de todos los equipos. Afuera de todo. Pero claro, nos queda le esperanza de hacer en Uruguay un milagro y continuarlo con Estudiantes, a ver si los dioses de la fortuna nos meten en octavos o en la Copa Sudamericana para seguir penando con equipos aún menores.
Pero no hay que reprochar nada. Porque todo fue culpa del árbitro que fue un desastre, y también de la Conmebol que nos cobra la pelea con Chilavert. El juez fue impresentable, pero cuando se hace todo mal el resultado es el mismo con o sin fallo desfavorable.
Se tiene que reprochar que jugadores que vistan la V azulada, se arrastren por la cancha, que nos griten goles contra Tigre jugando por nada, pero se hagan expulsar de manera amateur en un partido importante. Se tiene que reprochar que declaren que se puede perder o ganar cuando la realidad es que pierden siempre, y cuando no pierden, no pueden ni sostener un resultado. Profesionalismo a Marzo.
Se tiene que reprochar que se despidió a Pellegrino como gran culpable de todo. Se lo estigmatizo. Si bien fue gran responsable, lo dejaron peleando una triple competencia con un grupo de pibes, jugadores de pésimo rendimiento y estado físico e incorporaciones producto de la mezquindad, la ineficiencia y algunas cosas mas de los que deciden por el fútbol en nuestro querido club.
No conformes con sacar un entrenador, no había un plan alternativo. Si realmente Julio Vaccari era la opción, deberían dar un paso al costado todos los responsables. El corolario de este experimento absurdo fueron los cambios de hoy contra un equipo rival que ni lastimaba.
No hay nada que reprochar, es verdad. Sobre todo, cuando la columna vertebral de este equipo nunca existió, cuando en el banco de suplentes en una Copa Libertadores, se sienta un entrenador de juveniles, cuando no se puede cerrar un refuerzo decente, cuando no hay una idea de nada, cuando todos los partidos los hinchas se van con la cabeza gacha, con llanto o insultando a los que consideran responsables, esperando que algún día nos den una alegría y no triunfos que no sirven para nada como con Tigre o Lanús.
El «no hay nada que reprochar» dejenlo para los que creen que Vélez es aquél de los 70 u 80. Ese Vélez murió en 1993, y hasta 2014, el hincha pedía competir y llegar a ser protagonistas. Como algún personaje por ahí decía: que la cuenten como quieran. La contamos como la vemos. El fracaso tiene nombres y apellidos. Esto fue una estafa a la ilusión del hincha. Deberían varios reprocharse, enojarse y realizar una autocrítica, pedirle perdón al hincha y ponerse a laburar en vez de hablar pavadas por las redes sociales.