¿Una obra del destino?
¿UNA OBRA DEL DESTINO?
Hace exactamente un mes atrás, alrededor de las 16.30, estábamos en el piso, al borde del nocaut. No nos salía nada y parecía no haber ningún tipo de respuesta dentro del campo de juego que pueda llegar a cambiar la situación. Hace un mes atrás sufríamos y nos veíamos descendidos, aun teniendo más de medio torneo largo por delante.
También, hace exactamente un mes atrás, a eso de las 18, las lágrimas de muchos hinchas en la tribuna emanaban sentimientos de desahogo y felicidad. Vélez conseguía dar vuelta un resultado en un segundo tiempo emocionante, con un final para el infarto. Hace exactamente un mes atrás, comenzaba una mini racha positiva -todo un logro para este equipo-, y todo porque la suerte jugó una vez para nuestro lado. Esa gracia con la que contó el equipo de De Felippe ante Defensa y Justicia será redactada en un capítulo aparte, no muy lejos en el tiempo.
8 puntos de 12 no son moco de pavo teniendo en cuenta todo lo antes redactado y, obviamente, sonarán mejor si se convierten en 11 sobre 15. Y ojo, porque hoy en día no suena descabellado pensar en un triunfo en Sarandí. Algo cambió en este mes y se percibe a la hora del partido. El equipo de De Felippe consiguió, sobre todo en el segundo tiempo ante Patronato, generar juego y situaciones de gol, algo de lo que carecía. Además, se convirtió en un equipo con mejor trato con el balón.
Está claro que un equipo no cambia su rumbo y su manera de jugar tan fácilmente pero hace exactamente un mes atrás, luego del gol de Defensa, Vélez era un equipo descendido. La suma de triunfos en el Amalfitani y de los dos encuentros en los que empató de forma continua de visitante le dan un aire de esperanza al pueblo Fortinero. Ese respiro, como trato de dejar en claro, se da gracias a un cambio de mentalidad y, pareciera también, un gran cambio físico.
No sabemos qué es lo que le deparará a Vélez cuando cierre el año el próximo domingo ante Arsenal. Sí tenemos bien en claro -al menos desde esta columna- que ese equipo que se vio en esas primeras fatídicas fechas del campeonato, hace un mes atrás resucitó. Pueden llamarle milagro o suerte. Ojalá sea el destino, que desde ese momento guió a Vélez a salir de los malos resultados.